El sistema que utilizamos es que el autor copia el enlace de su artículo en la zona de comentarios de la última edición del Diario, con un comentario. Te paso la última edición, un especial donde incluimos sólo algunos artículos de agosto (y pondremos el resto en la siguiente):
Muy interesante, Eduardo. Me has recordado a una de las características que Luciano Floridi otorga a la información: su carácter diafórico, es decir, que no se define por lo que es en sí, sino por la diferencia que establece. Al igual que en la noción saussureana del lenguaje, un dato no cobra sentido aislado, sino en contraste con otros. La información, en la philosophy of information, se entiende como una distinción, una relación, una diferencia que marca una variación frente a un trasfondo.
Y es que en el fondo esa categorización que describes no deja de obedecer a nuestra necesidad de procesar mucha más información del entorno de la que somos capaces de absorber, y recurrimos a fórmulas ideológicas que nos simplifican la realidad, por ejemplo a través de esa suerte de clusters tal y como los describes, y que se emplean mucho en economía y en general en el análisis multivariante. De los millones de colores que realmente percibimos apenas nombramos unas decenas. Porque más que acertar y ser precisos con la realidad, la selección natural ha primado que nos entendamos entre nosotros. Y para orquestar movimientos como el obrero, la “clase social” sirve mucho más a su propósito. Otra cosa es que tengan que tener cierta correspondencia con la realidad y cuando nuestra actualidad social nos disgrega y hace poco práctico hablar de “clase obrera”. Estas nociones pierden fuerza persuasiva. Pero las que manejemos ahora no son más precisas, simplemente son otras.
Por eso, estoy contigo en que hay que mantener siempre una actitud matizada multicausal y prudente si lo que nos importa es andar más cerca de lo que sea verdad. Gracias por tu análisis y aproximación que me ha hecho pensar.
Muchas gracias Javier. No conocía a Floridi, pero me lo apunto para la lista interminable de lecturas pendientes. Yo me basaba más en Saussure y Deleuze (y algo hay en mi concepción más global de J. Friston, aunque me sobra el aparato matemático).
En realidad todo esto surgió a partir de una serie de problemas sobre lógica a los que voy a dedicar un post pronto, ahora que he decido meterme en berenjenales, y que tiene que ver con eso que comentas de nuestra necesidad de descartar información. Pero sin meterme aún en eso, si consideramos que todo, del color a las ideas, supone una categorización de una realidad en sí misma continua, ¿dónde se queda el mundo hecho de entes con el que nos las vemos a diario? De pronto, esa idea de Parménides de un ser inmutable (lo que llama el mundo de la "verdad" como opuesto al de la "opinión") deja de parecer tan extraña, y se puede intuir un "ser en sí" más allá del modo en que lo procesamos que se le parece bastante...
Pero bueno, a ver si consigo que esto vaya cobrando algo de sentido en los posts siguientes.
Solo un comentario sobre el sistema comunista que controla los contenidos en Internet. Hace un tiempo puse una nota en Facebook llamando Asesino a Mazón y que por su culpa y la de su Govern Valencià han muerto 228 personas. Pues el sistema capitalista representado por la empresa Meta cuyo dueño Zukenberg es mega multimilionario me cortó el acceso a su red social durante un mes. Esa es la libertad que controla mis opiniones.
Gracias Pepe. A mí también me ha censurado el amigo Zuck un par de veces, pero no creo que la censura de unos y otros sea comparable. Nosotros podemos expresarnos en otras redes o en una página propia, mientras que cuando interviene la censura del estado, estamos hablando de un bloqueo absoluto. Peor, la censura estatal puede tener consecuencias penales, y no me hace falta irme a Cuba para eso: la legislación española tiene un par de instancias escandalosas, como la ley de injurias al rey y la llamada "ley mordaza", que puede llevarte a los tribunales por hacer un chiste sobre Carrero Blanco, como le sucedió a Cassandra Vera. La represión no es binaria, no es un simple "existe o no existe", ni puede por tanto servir para equiparar sistemas represores. Creo que todos vivimos en distintos grados de represión, ejercida por distintos agentes, y que vale la pena diferenciar entre casos...
Muy interesante 😃. Lo incluimos en el diario 📰 de Substack en español?
Muchas gracias David. Sí, sería genial!
Estupendo, Eduardo.
El sistema que utilizamos es que el autor copia el enlace de su artículo en la zona de comentarios de la última edición del Diario, con un comentario. Te paso la última edición, un especial donde incluimos sólo algunos artículos de agosto (y pondremos el resto en la siguiente):
https://columnas.substack.com/p/especial-verano-2025-articulos-presentados
Luego, el editor lo incluye en la zona central de la siguiente edición. Así te beneficias de lectores y SEO dos veces.
Muy interesante, Eduardo. Me has recordado a una de las características que Luciano Floridi otorga a la información: su carácter diafórico, es decir, que no se define por lo que es en sí, sino por la diferencia que establece. Al igual que en la noción saussureana del lenguaje, un dato no cobra sentido aislado, sino en contraste con otros. La información, en la philosophy of information, se entiende como una distinción, una relación, una diferencia que marca una variación frente a un trasfondo.
Y es que en el fondo esa categorización que describes no deja de obedecer a nuestra necesidad de procesar mucha más información del entorno de la que somos capaces de absorber, y recurrimos a fórmulas ideológicas que nos simplifican la realidad, por ejemplo a través de esa suerte de clusters tal y como los describes, y que se emplean mucho en economía y en general en el análisis multivariante. De los millones de colores que realmente percibimos apenas nombramos unas decenas. Porque más que acertar y ser precisos con la realidad, la selección natural ha primado que nos entendamos entre nosotros. Y para orquestar movimientos como el obrero, la “clase social” sirve mucho más a su propósito. Otra cosa es que tengan que tener cierta correspondencia con la realidad y cuando nuestra actualidad social nos disgrega y hace poco práctico hablar de “clase obrera”. Estas nociones pierden fuerza persuasiva. Pero las que manejemos ahora no son más precisas, simplemente son otras.
Por eso, estoy contigo en que hay que mantener siempre una actitud matizada multicausal y prudente si lo que nos importa es andar más cerca de lo que sea verdad. Gracias por tu análisis y aproximación que me ha hecho pensar.
Muchas gracias Javier. No conocía a Floridi, pero me lo apunto para la lista interminable de lecturas pendientes. Yo me basaba más en Saussure y Deleuze (y algo hay en mi concepción más global de J. Friston, aunque me sobra el aparato matemático).
En realidad todo esto surgió a partir de una serie de problemas sobre lógica a los que voy a dedicar un post pronto, ahora que he decido meterme en berenjenales, y que tiene que ver con eso que comentas de nuestra necesidad de descartar información. Pero sin meterme aún en eso, si consideramos que todo, del color a las ideas, supone una categorización de una realidad en sí misma continua, ¿dónde se queda el mundo hecho de entes con el que nos las vemos a diario? De pronto, esa idea de Parménides de un ser inmutable (lo que llama el mundo de la "verdad" como opuesto al de la "opinión") deja de parecer tan extraña, y se puede intuir un "ser en sí" más allá del modo en que lo procesamos que se le parece bastante...
Pero bueno, a ver si consigo que esto vaya cobrando algo de sentido en los posts siguientes.
Solo un comentario sobre el sistema comunista que controla los contenidos en Internet. Hace un tiempo puse una nota en Facebook llamando Asesino a Mazón y que por su culpa y la de su Govern Valencià han muerto 228 personas. Pues el sistema capitalista representado por la empresa Meta cuyo dueño Zukenberg es mega multimilionario me cortó el acceso a su red social durante un mes. Esa es la libertad que controla mis opiniones.
El resto de tu post es muy interesante.
Gracias Pepe. A mí también me ha censurado el amigo Zuck un par de veces, pero no creo que la censura de unos y otros sea comparable. Nosotros podemos expresarnos en otras redes o en una página propia, mientras que cuando interviene la censura del estado, estamos hablando de un bloqueo absoluto. Peor, la censura estatal puede tener consecuencias penales, y no me hace falta irme a Cuba para eso: la legislación española tiene un par de instancias escandalosas, como la ley de injurias al rey y la llamada "ley mordaza", que puede llevarte a los tribunales por hacer un chiste sobre Carrero Blanco, como le sucedió a Cassandra Vera. La represión no es binaria, no es un simple "existe o no existe", ni puede por tanto servir para equiparar sistemas represores. Creo que todos vivimos en distintos grados de represión, ejercida por distintos agentes, y que vale la pena diferenciar entre casos...